Cuenta el sonero que conoció a “El Madrileño” en casa de unos amigos productores. “Sintió mucha admiración al encontrarme allí –comenta-. Empezamos una conversación muy profunda sobre música y él quedó motivado por el encuentro. A cada rato se me acercaba y todo fue centrándose en hacer algo juntos. Me sentí alegre porque se fijó en mí”, confiesa Ochoa en entrevista para los amigos de Top Cubano.
“Me pareció interesante pues el Tangana maneja muy bien el flamenco, el trap y la música urbana. Entonces pensé: la unión de todo eso con el son cubano será muy fuerte”, prosigue.
Con gran alegría Eliades reconoce que el tema le está dando la vuelta al mundo. También críticos y periodistas lo destacan entre lo mejor del nuevo disco de Tangana, que incluye 14 canciones e igual número de invitados.
Otro honor para el sonero cubano fue grabar la canción en los estudios Areíto, donde mismo lo hacía con el exitoso proyecto Buena Vista Social Club.
Otro honor para el sonero cubano fue grabar la canción en los estudios Areíto, donde mismo lo hacía con el exitoso proyecto Buena Vista Social Club.
En camino nuevo disco de Eliades Ochoa
“Hay muchos proyectos futuros –anuncia-, pero uno es muy importante. Estamos preparando un disco para que nuestro público sepa que siempre hemos estado pensando en él”.
Su publicación está prevista para finales de año y según adelanta, tendrá muchas canciones, boleros, guarachas y sones.
De vuelta a Muriendo de envidia, Eliades asegura que le gustan muchas cosas de la canción. “Primero, que un artista joven se haya fijado en mí, que manejo otros géneros de la música. Luego, sentir esa fuerza del son cubano con la música del Tangana. Cuando empiezo a cantar se nota la diferencia de voces y estilos; se siente fuerte la cubanía, aparte del flamenco que está vivo y con mucha salud”, culmina.
A disfrutar del tema y su videoclip ¿La experiencia de esta periodista? Un placer escuchar dos canciones en una, en la que cada artista puso su sello musical y juntos, hicieron un tema con letra y melodía muy bonitas. Sin dudas, Eliades pone su toque de magia en Muriendo de envidia junto al también excepcional C. Tangana. Ojalá que por muchos años nos siga invitando a bailar un son.
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