La calidad, la imagen y los precios del experimento de las cooperativas gastronómicas en Cuba "dejan mucho que desear", según el medio estatal Cubadebate.
Estos establecimientos no cumplen con los objetivos para los que fueron creados desde 2013: ofrecer bienes y servicios a los ciudadanos a precios asequibles, generar empleo y sustituir la gestión estatal en actividades "no fundamentales", señaló el referido medio.
En el resturante El Potín en La Habana los precios están entre los 2.50 CUC, unos 60 pesos, hasta 7 CUC o 175 pesos. Estos altos precios, que son más o menos un cuarto del salario medio de un cubano -unos 30 CUC-, se deben a los problemas para llegar a acuerdos directamente con empresas como Bucanero o a la necesidad de ir a las tiendas minoristas, dice Tania Cano, presidenta de la cooperativa que gestiona este local.
“La situación con las ventas está dura", afirma Yadira Alfonso, presidenta de la cooperativa que gestiona La Casona de 17. El desabastecimiento de los mercados mayoristas impide bajar los precios de productos como pollo o cerveza, que muchas veces terminan siendo adquiridos en tiendas normales, sin el 20 o 30% de descuento.
Las opiniones de los usuarios de Tripadvisor sobre la Casona de 17 en el Vedado van desde que es "un excelente lugar" y les "gustaría repetir" hasta que es "pésimo", donde "no ponen ni servilletas, el servicio es lentísimo" o "de la carta no tenían el 60% de los platillos descritos".
"A diario se ocupan pocas mesas, al salón a veces no entra nadie y la cooperativa debe pagar una suma mensual de más de cinco mil pesos a Palmares, por concepto de arrendamiento. Para que esto sea rentable tengo que recaudar diariamente 3.000 CUC, tener utilidades para repartir a los socios, y no estamos promediando ni siquiera 400 pesos diarios”, cuenta a Cubadebate.
En su extenso reportaje Cubadebate apunta que más de 10 locales, que funcionan bajo esta modalidad, están en proceso de extinción o se evalúa su disolución.
“Actualmente nueve de ellas -ubicadas en La Habana, Artemisa y Camagüey- se encuentran en proceso de extinción por mal funcionamiento y litigios entre sus socios, mientras se 'evalúa' la disolución de otras cuatro”, especificó Mirurgia Ramírez, directora general de Servicios del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) .
El MINCIN es el organismo rector de 137 de las 157 Cooperativas no Agropecuarias (CNA) en el sector de la gastronomía. Según esta especialista, si tras una inspección "las incongruencias (detectadas) se reiteran y no se resuelven, una de las medidas es disolverlas”.
Entre las irregularidades de este tipo de asociación están "actos de indisciplinas, apropiación indebida de recursos y de ingresos, personas que fungen como socios de varias cooperativas a la vez, deficiencias en los registros contables, utilización de créditos bancarios con fines diferentes para los cuales se otorgaron, y algunos hechos de corrupción", detalla Cubadebate.
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