El 21 de octubre de 1925, Cuba parió a una de sus cantantes más preponderantes de los últimos tiempos. Celia Cruz, la guarachera mayor, abrió los caminos musicales entre la Isla y el resto del continente, dejando a su paso una estela de éxitos, amor y triunfos.
Es por eso que para conmemorar su legado, el Museo de la Diáspora Cubana abrió un espacio dedicado a la artista.
Forever Celia, es una exposición, la más completa hasta ahora según sus organizadores, que rinde el tributo que merece esta célebre cubana.
A lo largo del recorrida por la sala, la voz de Celia Cruz acompañará a los visitantes.
Omer Pardillo, presidente de la fundación Celia Cruz, afirmó que la exposición está enfocada en retratar los primeros años de la cantante en la nación caribeña, su infancia, vivencias hasta llegar al exilio.
“Será una mirada detallada de la vida de la intérprete, sus primeros años en cuba, sus vivencias como exiliada, sus extravagantes vestuarios y pelucas, y por encima de todo su voz y su música”.
Allí se podrán ver los innumerables premios que ganó, fotografías, videos y artículos nunca antes vistos de su colección personal.
“Celia siempre está encima del tapete, pero nunca antes habíamos logrado reunir para el público tantas cosas suyas”.
Veinte vestidos, 20 pares de zapatos, 18 pelucas, infinidad de papelería, incluyendo el pasaporte que utilizó en 1959 para salir de Cuba, adonde nunca volvió, fotos jamás expuestas, trofeos, premios Grammy, discos y llaves de ciudades son algunos de los tesoros de Pardillo, quien conoció a Celia en Nueva Jersey cuando él tenía 14 años.
El museo de la diáspora cubana documenta la historia, cultura y contribuciones de la comunidad cubana en el exilio.
Localizado en el corazón de Miami, su sede en el 1200 Coral Way contará hasta el 31 de marzo de 2019 con una peculiar bienvenida para todos los visitantes, ahora en la voz y el espíritu inigualable de Celia Cruz.
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