Con cerca de 150 mil españoles residiendo en la Isla, Cuba se ha convertido en breve tiempo en el sexto país con mayor presencia de personas con la nacionalidad hispana. La inmensa mayoría de estos nuevos españoles nacieron en la Isla, y han sido los mayores beneficiarios de la Ley 52 de 2007, también conocida como Ley de Memoria Histórica, indicó España Exterior.
Cuba cuenta con 11,2 millones de habitantes, según datos de 2017 de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) del país. De ellos, unos 150 mil tienen la nacionalidad española, es decir, el 1,3% del total de la población.
Entre 2009 y 2018 se registraron un total de 139.197 nuevas incorporaciones de residentes en Cuba al Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero (PERE). Cabe destacar que la mayoría, 100.349, fueron personas de entre 16 y 64 años de edad, mientras que 26.137 tenían 65 o más años y 12.711 fueron menores de 16 años.
A pesar de los enormes esfuerzos desplegados por las autoridades diplomáticas y consulares españolas en la capital cubana y el apoyo de los viceconsulados honorarios en provincias, la insuficiencia del personal necesario para asumir la tarea, junto a las dificultades para obtener los documentos solicitados y otros problemas con la comunicación vía internet y el correo postal, han contribuido a que aún queden por completar entre 70.000 y 75.000 expedientes de nacionalidad, de los cuales dos tercios, unos 50.000, están aparcados (muchos durante años) por faltarles alguno de los documentos requeridos o la firma del solicitante.
En fecha reciente se han implementado medidas para lograr una mayor eficiencia en el trabajo consular con el fin de vencer este atraso en el menor tiempo posible.
Por su frecuencia, uno de los aspectos a tener en cuenta al hablar sobre estos temas de nacionalidad es el de las individualidades o situaciones puntuales cuya complejidad no aparece contemplada en la Ley, quedando los solicitantes en un limbo jurídico-legal. También está el caso de 'los pendientes': hijos de españoles con mayoría de edad al obtener sus padres la ciudadanía, o los hijos de españolas casadas con extranjeros.
A pesar estas dificultades, el notable incremento del número de españoles en Cuba, sumado a las incorporaciones previstas en los próximos años, será un verdadero reto para los servicios consulares en Cuba en áreas tan sensibles como el Registro Civil, nacimientos, matrimonios y pasaportes, entre otros.
La promulgación de la Ley de Memoria Histórica supuso para muchos cubanos descendientes de españoles la oportunidad para obtener la ciudadanía de sus padres y abuelos, así como acceder a muchos de sus beneficios: becas, maestrías, cursos, campamentos de verano, ayudas económicas del Estado español o de sus comunidades y un pasaporte que les permite viajar no solo a España, sino a otros países por motivos personales, educativos, familiares o comerciales.
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